ANÓNIMOS GENIALES COMPAÑEROS DE VIAJE Y A LOS ARQUEÓLOGOS, GRACIAS

La mayoría pasamos por este mundo sin darnos cuenta siquiera que existimos. A nuestro lado, sin enterarnos hacen el mismo viaje, naciendo de mujer, al igual que nosotros. Estudian, en las mismas escuelas, colegios y universidades que lo hacemos nosotros. Sin embargo, qué diferencia en el aprovechamiento de las enseñanzas, de sus capacidades y en la utilización de los tiempos. entre como lo hacen  ellos y lo empleamos nosotros.

Por razones profesionales mal entendidas, unas veces y otras porque las circunstancias prevalecían sobre la propia esencia del ser, en la ejecución de algunas obras, en diferentes lugares, se hallaban yacimientos arqueológicos que interferían con los trabajos que se estaban realizando. Inmediatamente que esto ocurría, era de obligado cumplimiento parar las excavaciones y avisar a los organismos competentes e informarles de la aparición de un yacimiento. Este descubrimiento nos obligaba a paralizar toda actividad en el área afectada. Utilizo el pretérito imperfecto de indicativo de los verbos, porque en la actualidad me hallo totalmente al margen de tales situaciones. Se puede suponer la contrariedad que, a los responsables de la construcción, ésto nos suponía. Por muchas razones, sobre todo por dos; Rendimientos e ignorancia. Hoy, me siento feliz de pensar las veces que tuve que retrasar los trabajos por los yacimientos que aparecieron donde se realizaban actividades que se hallaron con estas situaciones. Pude contemplar objetos de múltiples formas, colores, civilizaciones y épocas.Me emocioné ante el afloramiento de un caldero celta, de cobre lleno de presentes para el viaje de su propietario hacia la eternidad, en Tudela, La aparición de un escarabeo fenicio en Castejón. No era un lugar a donde los magníficos navegantes tuvieran fácil acceso. Dicho escarabeo era un anillo giratorio y en una de sus caras tenía el sello nobiliario de su dueño. Y muchas más cosas pude admirar en los diferentes lugres donde tuve que realizar obras horadando la tierra. Pero mi admiración por los compañeros de viaje que hacen el camino a nuestro lado, sin ni siquiera enterarnos, es el saber que uno de esos anónimos caminantes, ha sido capaz de proporcionar el modo de saber que el hombre Neanderthal, hace más de 200.000 años, masticaba cáscaras de olmo. Comprobado que la tal cáscara, no proporciona, en absoluto, alimentación alguna, se llegó a la conclusión de que dicha ingesta se hacía, únicamente con el objeto de mitigar algún dolor. O sea como analgésico. Y todo eso lo sabemos porque en las muelas de un individuo Neanderthal, se hallaron restos de cáscara de olmo. ¡ Verdad que es  cierto lo poco que conocemos de la vida, la mayoría de los mortales! Y eso lo llegamos a saber gracias al estudio, al esfuerzo, a la capacidad de sacrificio de algunos de esos compañeros anónimos que hacen el camino a nuestro lado. Lo que aún es más increible. Esos anónimos que tanto saben y tantos beneficios proporcionan a la humanidad, tienen una compensación económica,  infinitamente menor que cualquiera de esos jóvenes que dan patadas a una pelota y trabajan, si eso se le puede llamar ese nombre, una media de 2 horas diarias.

Ignoro quién gobierna el mundo. Lo que no ignoro que algunas cosas, están muy mal gobernadas.

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