Nadie se puede imaginar lo que mi corazón disfruta cuando llegan a nuestro pueblo Peregrinos que realizan O CAMIÑO DA GEIRA E DOS ARRIEIROS de Braga a Santiago. Todos, absolutamente todos, hablan maravillas del trayecto. Es duro, dicen, pero te compensa. Te obligan a mirar para tus adentros y consigues conocerte mejor, ratifican. Al margen de creencias religiosas, en lo humano, te enriquece de una manera increíble. No entiendo cómo pueden existir mentes retorcidas que se empeñen en desviarlos por otros lugares lejos de nuestras calles.
Es de resaltar el paso de jovencitas, solas o en parejas. Eso da muestra fehaciente de la seguridad del CAMINO DA GEIRA E DOS ARRIEIROS. No obstante hemos hablado con las autoridades para que se preste una especial atención al Camino.
El mayor número proceden de la hermana Portugal. Por cierto, son ejemplo de civismo, educación y respeto. Donde quiera que realicen una parada para recargar fuerzas o en el discurrir por donde pasen, no encuentras un papel, un desperdicio o cualquiera otro elemento que motive una falta de respeto al medio ambiente. En menor número, pero cada día crecen más, también pasan franceses, alemanes y holandeses.
Relatos del caminante 