EL CAMINANTE: EL CORAZÓN DEL CAMINANTE ESTÁ MUY TRISTE.

Mi María José, se marchó a compartir la Eternidad con mi Samuel. Nieves, la esposa de Odilo, para mí, María José, hoy se marchó para unirse en la eternidad con el amor de su vida. Ellos me inspiraron mi novela MERECE LA PENA. No hubo dama que no se enamorara del carismático niño que a los cuatro años comenzó a colaborar con sus mayores para el sustento de la familia. Todo su devenir por la vida fue ejemplar, tanto el de Nieves como el de Odilo. Se amaron hasta el extremo. Él se marchó a lo Eterno no hace mucho y hoy ella partió a reunirse con él. Gloria y Paz a quien Paz y Gloria merece. Gracias por el ejemplar estilo de vida que nos enseñasteis. Gozad de las bondades infinitas de nuestro buen Padre Dios que os las brinda toda una eternidad. Siempre viviréis en nuestras mentes y en nuestros corazones.

EL CAMINANTE : EL CAMINO DA GEIRA E DOS ARRIEIROS INUNDA BEARIZ DE ALEGRÍA PORTUGUESA.

En el día de hoy, Beariz se llenó de Peregrinos portugueses procedentes de la bella ciudad de Guimaraes. El colorido de sus ropas y la alegría desbordante de sus rostros, impregnaron nuestro pueblo. En nada se reflejó el largo recorrido que habían realizado desde Pazos do Arenteiro y que seguirían hasta Soutelo de Montes donde, darán por terminada la dura etapa. Se sintieron gratamente sorprendidos y agradecidos por el recibimiento del, para ellos, Presidente da Cámara, nuestro Alcalde, a quien hice sabedor de la presencia de los Peregrinos.

El mismo Alcalde les obsequió con una chapa y un llavero que recuerdan su paso por nuestro pueblo.

Muy agradecidos por el bello gesto, repusieron fuerzas consumiendo las viandas que portaban en sus mochilas. Antes de partir, lamentaron que no hubiera un albergue en la localidad para pernoctar en Beariz. También se lamentaron por no tener conocimiento de que en nuestro pueblo hay un lugar donde aprovisionarse de comida, como ya tenemos recientemente inaugurada: COMIDA POR ENCARGO. Tenemos la obligación de hacernos conocer más y ofrecerles lo que ellos demandan. Eso hará de Beariz un lugar de PARADA Y FONDA. Es lo que necesitamos. Lucharemos por ello.

EL CAMINANTE: UNA MUJER JOVEN ENCIENDE UNA LUZ EN BEARIZ.

El sábado, día dieciocho, próximo pasado, una mujer joven, Carmen Pérez Valiñas encendió una luz de esperanza en Beariz. Nuestro pueblo, no hace muchos años, contaba con todos los servicios que en el día a día las gentes necesitan para cubrir sus necesidades en todos los órdenes: Ocho entidades bancarias, panadería, restaurante, hospedaje, cuartel de la Guardia Civil en activo las veinticuatro horas y algún que otro servicio del cotidiano vivir. Hoy, desgraciadamente la mayoría han desparecido. Por lo que dicen, y sin rubor ostentan, entre nuestros vecinos hay personas de un alto poder adquisitivo. Ninguno de ellos toma la iniciativa para invertir ni un solo céntimo en la tierra que les vio nacer. Ha tenido que ser una mujer sencilla quien con su propio esfuerzo y sin ningún apoyo económico, poner en marcha un establecimiento donde elabora comidas para que los potenciales clientes las lleven a su casa para consumirlas.

Le hicimos un pedido para el domingo con el fin de llevarlo a nuestra casa. Para tres personas, le dije. Por un precio muy acorde con las exigencias del mercado. Somos tres personas. Las edades pueden dar idea de la diferencia de criterios a la hora de saborear un yantar: Ochenta y seis, treinta y siete y diecisiete los años de cada comensal. Los tres quedamos sumamente satisfechos, Comimos hasta hartar. Cenó el más joven a placer y hoy lunes yantamos los tres con lo que nos quedó de ayer. No se desperdició absolutamente nada. Eso da idea de la calidad que la excelente cocinera Carmiña nos ofreció. Muchísimas gracias, Carmen por encender una luz tan luminosa como necesaria en nuestro querido Beariz. Hago votos porque nuestros vecinos sean conscientes de que te apoyemos y con tu ejemplo marques el camino para otros proyectos que duermen en el limbo de los olvidados.

EL CAMINANTE: ALBERGUES DONATIVO.

La vida, a veces nos hace regalos no siempre esperados, pero sí muy bien recibidos. Eso fue lo que sucedió el otro día en la firma de unos documentos ante el Notario don Juan Antonio Rua Prieto. El documento sometido a escritura notarial era una diminuta casa de aldea de no más de cincuenta metros cuadrados. Una vez terminados los naturales formalismos y dada la amistad que entre ambos existe, me preguntó qué utilidad pensaba darle a la pequeña casa. Le comenté que tenía pensado dos alternativas. Una de ellas convertirla en un lugar de lectura y exposición de los muchos cuadros que poseo que el pintor Rafael Prieto realizó para la ilustración de mis publicaciones.

Y la otra posibilidad, por estar en el centro del pueblo, al borde del CAMIÑO DA GEIRA E DOS ARRIEROS era convertirla en REPOSO DEL CAMINANTE para acoger a los Peregrinos que realizan el Camino Braga Santiago de Compostela. Como no da las medidas exigidas para hacer un Albergue, únicamente satisfacer las necesidades de los Caminantes, Peregrinos o simples viandantes que al llegar a Beariz encuentren un pequeño lugar donde retomar fuerzas para proseguir su Camino. Por supuesto sin cobrar ni un céntimo y sí aceptar el DONATIVO que ellos pudieran o quisieran aportar. Cuando el señor Notario escuchó la palabra donativo, su rostro se transformó

Yo desconocía su faceta de Peregrino. Abrió las puertas de las emociones y nos comentó las gratísimas experiencias vividas en los diferentes Caminos y de todas ellas las que guardaba en los pliegues más emotivos de sus adentros, habían sucedido en los Albergues DONATIVOS. Nada tenía que ver el estado anímico de las personas cuando llegaban al Albergue con el que mostraban al compartir una noche en animados comentarios de las diversas situaciones vividas. Era increíble la confraternidad que se creaba entre todos los reunidos. Unos momentos antes, totalmente desconocidos y en instantes de diálogo, pura fraternidad.

EL CAMINANTE: GOZA CON LO QUE LA NATURALEZA LE REGALA.

Como he comentado en anteriores escritos, el caminar es la mejor medicina que tomo para sentirme como me siento :En plenitud. Además de ese estado de bienestar que experimento recorriendo todos los días una media de ocho a diez kilómetros a cuatro por hora. En las cuesta arriba me apoyo en mis bastones. En llanos y cuestas abajo prefiero llevarlos de adorno. A ese beneficio admirable, me es regalado otro del que gozo a plenitud. Hoy solo hablaré del placer que experimento al contemplar un sencillo y diminuto chorro de agua que se desliza por la roca regalándole a ella un especial brillo y mantenerla limpia y reluciente. Me paso momentos admirables contemplando esa simbiosis de los dos elementos, tan dispares y tan bien avenidos. En mi éxtasis contemplando tan bello espectáculo, no puedo dejar de hallar una similitud ineludible entre los seres humanos y los dos elementos.

A la vez que ambas, agua y roca, gozan con esa convivencia, el agua va dando a la roca una forma que le es a ella más adecuada para deslizarse. Es cierto que no es composición química quien produce en la piedra desgaste, sino los elementos que en su discurrir arrastra consigo. Las personas que comparten vida gozan de todas las bellas situaciones que entre ambos crean. Muy difícil que entre ellos se creen situaciones que deterioren su convivencia. Son los agentes externos quienes aportan material para la discrepancia y el desgaste. Agua, roca y personas tienen puntos de convergencia vivencial. Si el agua discurre por zonas idóneas el desgaste es menor. Si las personas discurren por sendas de respeto, el desgaste es mínimo e insignificante.

EL CAMINANTE: NO HAY PEOR …QUE AQUEL QUE MUERDE LA MANO QUE LE DA DE COMER

Como una garduña nos degolló a Cupe, llamado así porque cuando nos lo regaló nuestra sobrina Susiña tenía el culo pelado, Ester otra sobrina nuestra nos donó uno que comenzaba a ser aprendiz de gallo. Come y practica sexo como un auténtico profesional. Hace un mes que comenzó a cantar. Al principio lo hacía con falsete, pero ha mejorado adecuadamente y tengo que reconocer que ahora desafía a todos sus congéneres de la aldea.

Además como vive en la zona más alta del pueblo, su sonoridad es proverbial. Tiene barra libre, razón por la que come lo que le apetece. No es que él haga méritos para tal cuido, no. Lo que sucede es que las tres damas con las que comparte espacio amplio y vida, se merecen todo lo que les damos y mucho más. Desde que llegaron a la edad de poner, no fallan nunca: Todos los días, salvo en rarísimas ocasiones, retiramos del nido tres huevos.

No es así el comportamiento de nuestro gallo Rigoberto. No hay ocasión en que yo entre en el recinto donde habitan, que el belicoso capiscol no me agreda saltando sobre mis piernas para herirme con las uñas de sus patas. Hoy, mientras le llenaba el comedero y el depósito del agua, lo hizo dos veces. Os aseguro que, si no fuera por lo felices que hace a sus tres damas, a las que tiene cautivadas por su belleza y sobre todo asiduidad sexual, si no fuera por eso, repito, ya lo había convertido en pepitoria. ¿Verdad que no se debe mantener a quien muerde la mano que le da de comer?

EL CAMINANTE: LA MEJOR MEDICINA: CAMINAR

Siempre he defendido y lo sigo haciendo que, no hay mejores consejeros y cuidadores de nuestra salud, como lo Médicos. Para hacer túneles, es necesario que haya especialistas en obras subterráneas. Para hacer pucheros de barro, los mejores los son los alfareros. Y así podría hacer una lista interminable de profesiones. Todos ellos se aglutinan en una sentencia del acerbo popular: «No hay quien conozca la burra como el que la monta». Hace algunas fechas publicaba en estas mismas páginas que mi corazón va a galope tendido: Ciento treinta (130) pulsaciones por minuto en estado de reposo. En cuanto me muevo llego hasta las ciento cincuenta y ocho (158). Tanto mis muy cualificados cardiólogos, tres, como el doctor especialista en arritmias me recetaron las medicinas adecuadas para el caso. Hubo algunas pequeñas discrepancias, sin importancia en sus opiniones.

En lo que coincidieron todos ellos fue en que CAMINARA. Por razones que sería fácil explicar, dejé de practicar esa rutina que durante muchos años practiqué, de hacerlo una media de diez (10) kilómetros diarios por el monte. Hace unos días que la he vuelto a retomar y me encuentro como pez en el agua. Por supuesto, no le hago caso a las andadas de mi muy usado, que no viejo corazón y me voy encontrando con mi esencia de CAMINANTE. En las imágenes que adjunto avalan lo que digo. A mis ochenta y seis (86)primaveras no puedo quejarme, sino dar infinitas gracias a la Vida.

EL CAMINANTE: RODRI, EL JOVEN QUE QUISO RENOVAR, PARA MEJOR LA AGRICULTURA DE BEARIZ.

Así es. José Manuel Rodriguez Otero, siendo muy joven inició en Beariz un sistema agrícola que hubiera sido la revolución que nuestro agro necesitaba para hacerlo atractivo y rentable. Para ser más justo, no es que hubiera sido, ya comenzó su ambicioso proyecto montando unos invernaderos utilizando innovadoras maneras de cultivos en todas las estaciones. Tal vez no debiera decir que la Vida, a veces, no es justa con algunas personas. Cuando comenzaba a contemplar los primeros frutos de su esforzado trabajo, José Manuel, Rodri para los amigos, sufrió un quebrantamiento irreversible en su salud que le obligó a no poder continuar con lo que tanto había soñado conseguir. Su deterioro fue en aumento hasta el punto de perder por completo el sentido de la vista. Lágrimas de sudor y sangre derramó nuestro entrañable Rodri por no ver cumplido su tan ansiado deseo de reavivar de manera genial, el modus operandi de la agricultura de Beariz. Dado su espíritu inquieto la Organización Nacional de Ciegos de España, la ONCE le brindó la oportunidad de trabajar en ella. En el puesto que tenía en Pontevedra Rodri era muy solicitado y siempre regalaba con la dulzura de su expresión facial, una sonrisa a todos sus clientes o sencillamente a quienes le saludaran. Rodri, los que de esto no entienden, dicen que has muerto, yo no lo comparto y tú lo sabes muy bien, porque con los ojos del alma, que son los que verdaderamente tienen valor, nos ves y dices conmigo que están equivocados. Tú, querido amigo, te has ido, solo físicamente, porque sigues viviendo en nuestra mente y en nuestro corazón. Gracias, Rodri por las magníficas lecciones que nos has legado.

EL CAMINANTE: CINCO PEREGRINOS MALAGUEÑOS IMPREGNAN A BEARIZ CON SU ALEGRÍA.

Así es. Desde la muy bella y luminosa Andalucía, llegaron a Beariz cinco peregrinos malagueños que realizan el Camino da Geira e dos Arrieiros, Braga Santiago. Antonio Torres, Bernardo Becerra, Antonio Palomo, Miguel Ángel Colorado y Francisco Martín, no son precisamente unos debutantes en estas lides de la filosofía del genial escritor Antonio Machado. Todos han realizado diversos Caminos referente al Apóstol Hijo del Trueno. Alguno de ellos acumula ya siete Compostelanas otros menos y en el grupo hay uno que saboreó los maravillosos paisajes que se contemplan desde lo alto del Kilimanjaro. Después de todas esas experiencias, al hablar del Camino de la Geira e dos Arrieiros, se hacían lenguas, tanto de la belleza de los paisajes que se contemplan como de la fuerza que imprime el Camino para obligarte a mirar para tus adentros y conocerte un poco mejor. Llegaron por la tarde a nuestro pueblo, degustaron algunas viandas que le ofrecieron en el el Bar Centro y dieron fin a la jornada cenando en nuestro espléndido Mexicano donde Javier le ofreció las delicias del País hermano Azteca. Satisfechos de su estancia en nuestro pueblo, solo nos invitaron a que completemos las bondades de Beariz con un Albergue ya que sería un reclamo muy importante para satisfacer las necesidades elementales del Peregrino. Sobre todo hicieron esta recomendación por el lugar estratégico en que se encuentra nuestro pueblo. Gracias entrañables malagueños. Confiamos que cumpláis vuestra palabra de que volveréis a visitarnos de nuevo. Desde lo más profundo de nuestros corazones bearicenses os deseamos: Bo Camiño a Santiago y en todo vuestra caminar por la Vida. Buen Camino, desde ya, queridos amigos.

EL CAMINANTE: SER UTÓPICOS.

Hace unos momentos mantenía una conversación telefónica con un amigo que atraviesa una situación delicada de salud. Su páncreas no anda nada bien. Al preguntarle yo cómo se sentía en estos momentos me respondió sin titubeos: «Bueno, intentando saber dónde estoy, porque hay pequeñas cosas que me invitan a eso mismo, saber dónde me hallo». Este amigo mío, además de otras actividades desempeña la muy loable y humana de Médico de Familia. En el decir de los que han sido diagnosticados y tratados por él, es un gran doctor. Reflexionando lo que él me dijo, motivó mi respuesta inmediata y sin preámbulos le espeté como hoja seca desprendida del árbol, al albur del viento, que es lo que yo soy: ¿Cómo puedes ser tan utópico, querido amigo? A mí los doctores me han dejado por imposible. A catorce de ser centenario mi corazón camina a galope tendido. En estado de reposo da 130 pulsaciones por minuto. Si hago un esfuerzo al límite de mis capacidades físicas, llego a dar 158 l.p.m. Camino a cinco kilómetros por hora por sendas con ciertos desniveles y no siento nada. Como mi amigo, también yo quise saber dónde me hallaba. Ya lo sé, en el segundo presente y es el que tengo que vivir. Ahí, amigo mío, te encontrarás siempre. No busques otra ubicación porque solo será una utopía.

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