RAFA PRIETO VISITA EL COLEGIO DE BEARIZ

Esta auténtica obra de arte que aparece debajo de estas líneas, es el mejor regalo que he recibido en mucho tiempo. Sentí un place indescriptible cuando los niños del Colegio de Beariz me obsequiaron esta auténtica obra de arte, plena de buen gusto e impregnada de lo más entrañable que encierran los corazones puros de quienes me los dieron. Gracias, muchas gracias, muchísimas gracias. Me teniais ganado para vuestra causa, lo sabeis, pero ahora, si ello es posible,  muchísimo más. Os quiero. a todos. Gracias.img_20190130_1350483403796228863690357914.jpgDibujar sonriendo. Este podría ser el título de lo acontecido en la mañana de hoy el el C.E.I.P. de Beariz Al celebrarse hoy el día de la ILUSTRACIÓN, ninguna fecha mejor que invitar a uno de los hombres que mejor maneja los pinceles y la plumilla para ilustrar lo que se le ponga por delante. Él no es otro que Rafales Prieto. Una sutil sugerencia y bató para que se desplazara desde su estudio pontevedrés a nuestro colegio para compartir con alumnos y profesores, su bien hacer. Rafa, para los amigos, es así: todo humanidad.img-20190130-wa00024811552553844702041.jpgSin límite de tiempo brindó a nuestros niños lecciones magistrales de arte y humanidad.img-20190130-wa00038136955993641270277.jpgEn cada cartulina plasmó el sentimiento de los niños reflejado en un dibujoimg-20190130-wa00271379020596139834436.jpgBastaba cualquiera sugerencia de los niños para que é lo hiciera realidad. Castelao.img-20190130-wa00107586100337987335560.jpgAhí está, con la cinta, a falta de cartera o la tableta del siglo XXl. Igual pero distinto.img-20190130-wa0019-28500613855203107414.jpgIncluso para alguna niña que no pudo asistir a clase, por hallarse indispuesta, Rafa le dedicó su correspondiente dibujo con el deseo de la pronta recuperación para incorporarse a sus tareas escolares.  Es Rafa Prieto, como digo, un gran pintor, un magnífico caricaturista, un excelente dibujante pero todo ello es nada comparado con entrañable calidad humana que encierra su persona. Quedaron los profesores admirados y sumamente agradecidos de la magistral clase que impartió Rafa en la Biblioteca del Ayuntamiento de Beariz, tan magistralmente regentada por su titular, Marta Pérez, lo mismo que las pocas personas que asistimos a tan admirable acto. Un reconocimiento muy especial para Ana Rodriguez Muradás, Concelleira del Ayuntamiento de la localidad, porque fue ella la que en su día me presentó a Rafa. Ella fue el instrumento del que se valió el destino para que este humilde emborronador de folios conociera al ilustrador que después, amén de crearse una profunda e indestructible amistad entre nosotros, el gran pintor honrara con sus pinturas uno de mis libros, Arduina, lo que no tengo palabras para agradecerle como se merece. ACLARO No pongo las fotografías de los demás niños porque no tengo permiso de sus papás. No quise molestar a nadie más.  Mil perdones.img-20180703-wa00106538359955061191883.jpg

EL CAMINANTE CIERRA OTRO CAPÍTULO

img_20190130_0052490128025504690774169176.jpgRepletas las alforjas de ilusiones y ganas de seguir, acabo de regresar de Santiago. Hoy he cerrado un nuevo capítulo de mi vida estudiantil. Directamente me he dirigido a mi ordenador, por miedo a perder el aroma que me imprimieron las piedras mojadas de Santiago. Llegué a la Capital de Galicia con tiempo suficiente para poder disfrutar de ella, antes de encerrarme en el aula de la Universidad. Orballaba, de no hacerlo, Santiago estaría carente de uno de sus encantos.  El reflejo húmedo de los sillares de las ruas, iluminaban la escena. Dejar la vista recrearse en las filigranas que los canteros crearon cuando se dedicaron a jugar con las piedras que conforman la irrepetible arquitectura santiaguesa, es permitir al espíritu abandonar este terrenal planeta. Los maestros canteros que tuvieron la galanura de regalarnos su maravilloso sentido de la armonía, nunca tendrán el reconocimiento que se merecen por parte de los que gozamos con la música que ellos fueron capaces de imprimir en el armónico pentagrama del granito eterno de Santiago.. Cierro los ojos y abandono el teclado de mi ordenador, para que mis retinas no se mancillen. No quiero perder el color y el suave caer del orballo sobre mis cabellos. Quiero dormirme escuchando la sutil ternura de la caricia que este atardecer elevó mi humano sentir a los etéreos espacios de lo indestructible.

EL CAMINANTE CROQUETEANDO

img-20190118-wa00021936415826917698270.jpgComo no puedo hacer esfuerzos ni siquiera en el caminar, además de leer y escribir busqué un quehacer más prosaico. Bueno más prosaico, dependiendo de muchas cosas que vamos a obviar en el día de hoy. Y, como no tengo ni la más remota idea de elaborarlas porque jamás hice una, le pedí a mi hija que me asesorara en cómo hacer las croquetas. Después de unos momentos de teórica bien explicada, por algo es una profesional de la enseñanza, le eché valor y me embarqué en la deliciosa labor del aprendizaje. Como tenía ropa vieja de una comida de varios comensales que no dieron cuenta del copioso menú que les serví, aproveché todo lo sobrante para lo que pretendía cocinar. Puse todo al alcance de mi mano, huevos, harina, pan rayado, carne bien desmenuzada y mucho interés y amor. Este último es el ingrediente que más abunda en mis elaboraciones. Es opinión compartida por todos.img-20190118-wa00038909494862936600081.jpgNo puedo negar que las primeras tenían alguna que otra arruga que no supe corregir, pero como ponía toda mi voluntad en hacerlo, al fin…….img-20190118-wa0012-15919394530931876533.jpgLa cuatro primeras no hubieran ganado un concurso de belleza, pero…img-20190118-wa00136113980614018372655.jpgEstaban riquísimas. Y puedo asegurar que fui exigente en la crítica.img-20190118-wa00051552132055443359508.jpgLa miré. La saludé. La felicité por  ser la primera hecha por mí y sin pensarlo más, » a vida o muerte, Don Ponciano…» para los adentros….img-20190118-wa00095080413621365270285.jpgReconozco que estaba un poquito demasiado caliente, pero sabrosona.img-20190118-wa00181076109455261397954.jpgCon ánimos redoblados, seguí preparando toda la masa que tenía preparada y animado por los nuevos horizontes culinarios que había descubierto y pensando en lo que voy a sorprender a mis ilustres invitados terminé de elaborar  todo lo que tenía previsto. Realmente están muy ricas, hasta la cicatriz de la intervención que me practicaron en el día de ayer, sonreía al saborearlas. A la imagen me remitoimg-20190118-wa00158647540101127959894.jpgEn honor a la verdad y reiterándome en el excelente sabor  de mis novísimas croquetas, el mérito no es mío. Restos de jamón de Porco Celta, huevos de Mamá Gloria, pan rayado de Beariz y, eso sí, la gran dosis de amor que soy capaz de poner en aras de todo lo que hago, son los culpables del exquisito sabor de mis CROQUETAS

EL CAMINANTE ENTRA EN QUIRÓFANO

Buenas noches. Antes de poner en vuestro conocimiento unos pequeños detalles de lo acontecido hoy, en mi cotidiano vivir, quiero expresar mi profundo agradecimiento a las numerosas muestras de afecto que me habeis transmitido durante toda la jornada. Gracias, muchas gracias. Y ahora os cuento mi pequeña aventura diaria. Tan falta de interés, como cualquier otra, pro sí es algo diferente. Tal vez por eso merece la pena contarla. Poco más o menos fue así:                                                                                                                  En la última I.T.V a la que se sometió El Caminante, mostró alguna deficiencia que convenía subsanar lo antes posible para evitar mayores males. Por todo ello, esta mañana, acompañado de mi hija mayor Beatriz, o lo que es igual, de «Mi parte Luminosa» me personé, previa cita facultativa, en la Residencia Sanitaria de Orense, en el área Santa María Nai. Después de una breve espera de no más de veinte minutos, me invitaron a pasar a una sala donde cambié mi ropa por un coqueto «picardías»img-20190117-wa00015898320498637248844.jpgUna encantadora enfermera me recogió para introducirme en el quirófano. La sonrisa de mi encantadora introductora se multiplicó por cuatro antes de subirme a la camilla donde sería intervenido. En nada se parecía aquel escenario a un lugar de dolor o reparación de averías corporales. Las cuatro damas se encargaron de que sintiera en un ambiente de lo más festivo, incluso cuando me taparon los ojos con un lienzo que me impidió ver, incluso al doctor que me iba intervenir. Muy joven y amable, por cierto.img-20190117-wa00025744175971047355690.jpgSentí unos leves punzamientos en la frente, donde se hallaba la zona a tratar y poco más. En menos de treinta minutos, el Doctor dio fin a su labor. En ningún momento las profesionales que colaboraron en la intervención, cejaron de utilizar sus mejores dotes como tales y sobre todo de humanidad, para que el paciente, en este caso, yo, me sintiera con la mejor predisposición. Agradezco a todo el equipo su labor profesional y, sobre todo, algo que, a ciertas edades valoramos con otras tablas que tienen un mayor significado en nuestro discurrir por el mundo que nos tocó en suerte.img-20190117-wa00044009746507723659614.jpgMe aconsejaron que repusiera fuerzas y yo obediente siempre, así lo hago.img-20190117-wa00067221442438463966608.jpgGracias a todos los que haceis que este mundo sea, a pesar de todo, un mundo habitable. Para celebrar el feliz regreso a casa, nada mejor que unas patatas de mi yerno Raú. Riquísimas. Unos huevos de Mamá Gloria de las gallinas que picotean la hierba de las lindes de Tras do Río. Empanada de «tinga» elaborada y horneada en la panaderia de Beariz. Aceite súper virgen de la almazara de Villarejo de Salvanés. Todo ello regado con el incomparable vino que mi sobrino Secundino y mi sobrina Ester extraen de las uvas de Gomariz. Si a todo ello, se le añade que me lo preparó y sirvió «Mi Parte Luminosa» ¿Qué más puedo yo pedir a la vida? Por todo ello, GRACIAS A TODOS.

 

EL CAMINANTE EVIDENCIA SU REALIDAD

No. En absoluto me hallo en estado depresivo ni siquiera, predepresivo. No obstante me he asomado a la celosía de mi existir y, una vez más me he convencido de lo poco que valemos y de lo frágiles que somos. Y qué fácil es pasar de una exuberante expresión de euforia y poder, transmitiendo una imagen de alegría y afanes incontenibles, a una cara decrépita, ojos pitarrosos y… no sigo, porque si lo hago …

La mayoría de mis amigos sabeis mi obsesión por convivir con mis tres adorables amantes. Los cuatro hemos conformado una familia donde reina la armonía, el respeto y el amor. Cada uno de nosotros hace su aportación al bien común. No hay distinciones. Sombra, es la primera en poner sobre nuestro vivir su silenciosa personalidad creando el ambiente que, lo sabe muy bien, más nos satisface a los demás. Soledad es exigentne consigo misma, pero solo para con ello crear el ambiente más deseado por sus compañeros. Y a fe que lo consigue. Rumia. ¡Ay Rumia! Conociendo su dependencia de los demás, nunca expresa un sentir que pueda molestar a nadie. Siempre silenciosa, receptiva, agradecida e ilusionada, espera de los demás lo que ella sabe que nunca le ha de faltar. Y yo. ¿Qué hago yo? Qué puedo hacer yo sino estar feliz con tan entrañables compañeras.

Ah, pero se nos ha presentado, sin que nadie la invitara. Si lo hubiéramos hecho no tendría del título de tal, una intrusa. Con todo el descaro que exhiben este tipo de sujetos, llegó, se introdujo dentro de mí y tan bueno le pareció el aposento que no hay manera de echarla fuera. Esta sí es una OKUPA de las de verdad. Dice llamarse «Trancazo» «Catarro» «Gripe» y no sé cuántos mil nombres más. Lo que os puedo asegurar es que a mí me tiene así. El inquieto, el imparable chaval de 64+ 18 años no es sino esto que veis aquí debajo.img_20190110_223415451890389878543675886.jpgNo doy más de mí. Lo que sea, cómo se llame, me puede. Buenas noches a todos.

EL CAMINANTE ESTÁ VIGILANTE

img_20190109_2328238187775429856162124712.jpgLa verdad es que no suena nada bien, pero es así como puedo expresar lo que quiero deciros y con ello aconsejaros que hagais. Incluso aquellos a quienes su juventud les dice: «Eso es cosa de viejos. Tú estás por encima de esas nimiedades » . Pues no. Os aconsejo que no le hagais caso a esos cantos de sirena que a veces vuestra inexperiencia os susurra al oido. Siempre hemos de estar vigilantes, sin obsesión, de todo lo que acontece en nuestro cuerpo. Sobre todo cuando se observa alguna cosa que se sale de la normalidad. Toda esta paliza que os estoy dando viene a cuento de que hace algún tiempo, en mi frente, apareció un pequeño lunar. Si teneis la curiosidad de observar alguna de mis fotografías, lo encontrareis en el mismo centro de mi testa. En una ocasión se lo comenté a mi hija mayor, Beatriz. Por algo la denomino con el título de «Mi Parte Luminosa». E inmediatamente me aconsejó que visitara al Dermatólogo. No le hice caso inmediatamente, pero tampoco eché en saco roto su observación. Visité a mi Doctor de Cabecera y con la delicadeza que le caracteriza, me aconsejó hacerme una fotografía y mandarla al Dermatólogo de S.S. Ellos le dan un nombre que en estos momentos no recuerdo.  A los pocos días tuve una llamada desde esa magnífica Institución, citándome para las once horas del día tres de los corrientes. Me presenté,como es preceptivo. Y el Doctor Especialista,después de un profundo estudio, me indicó que el día diecisiete próximo, me presente en la Residencia de la S.S. de Orense, donde él, el Doctor me someterá a una pequeña operación quirúrgica. Dios mediante, así lo haré y contribuiré con mi actitud a mejorar mi salud y agradecer a las personas que están vigilantes y saben cómo hacerlo, su contribución de estudioso.

EL CAMINANTE CORTANDO CUPONES

img_20181225_1231029821703799088013446432.jpgRecuerdo que hace muchos años, cuando mi esposa quería entrenar conmigo, en la pista de ténis, a mí me fastidiaba bastante porque en el decir de mi profesor, jugar con alguien que tiene un nivel inferior al que tú has alcanzado, te hace perder calidad en el golpe. Pero yo, disimulando, como buenamente podía, accedía a sus deseos. Aquella situación, la denominábamos, entre nosotros, «cortar cupones» que es lo mismo que conseguir méritos para después tener derecho a prebendas de mayor calado.

El día de Navidad me invitó una de mis hijas a que fuera con ella para ayudar en la preparación de un comedor social. Es un comedor como otro cualquiera, donde se atiende a las personas que, por avatares de la vida, tienen necesidades de las que otros no poseen. A mí me pareció una estupenda invitación, para poder colaborar en algo tan bello, como es dar un poco de tí mismo en favor de quien lo necesita. Y, os puedo asegurar que, siempre es bueno, pro cuando se peinan 64+18, es menester cortar cupones donde quiera que se presente la ocasión. Me da mucho miedo presentarme ante el Juez Eterno con las manos vacías. Por ello en cuanto tengo la oportunidad de cortar algunos cupones, me presto para ello inmediatamente. Sé que estos son de tan poco esfuerzo que no tendrán mucho valor, pero si se hace con verdadero amor, tal vez puedan completar alguna hoja que esté en blanco o casi. Estuve cinco horas dedicado a ese menester y me sentí un poquito mejor persona. Sobre todo me sirvió para incentivar esa dosis de buena gente que todos llevamos dentro y que algunas veces dejamos que se duerma. Espero que a mí no me ocurra y pueda seguir siendo útil, dentro de mi pequeñez, a quien me necesite.

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