Ayer, siete de Febrero fue un día muy importante dentro del seno de nuestra familia. José Manuel cumplió dieciocho años. Es tanto como decir que traspasó el umbral de la pubertad e ingresó en el salón de la mayoría de edad. No hubo grandes celebraciones ni comportamientos que desviaran nuestro cotidiano devenir. Nos sentíamos muy contentos de que nuestro joven accediera a situaciones que días antes le eran prohibidas. Dentro de unos días se celebrarán elecciones en la Autonomía Gallega y José Manuel ya podrá emitir su primer voto. Eso le servirá como piedra de toque para saber que a partir de ahora la sociedad le brindará nuevas situaciones y le exigirá diferentes comportamientos. No hubo alharacas en el acontecer de la jornada, pero solo hacía falta mirar a los ojos de Lorena, la madre del cumpleañero, para comprobar el infinito amor que brotaba de sus ojos al contemplar cómo el hijo de sus entrañas soplaba las dos velas con sus dígitos iluminados. Una vez más pude corroborar la inmensa ternura y el profundo amor que alberga un corazón de Madre. FELIZ CUMPLE AÑOS, José Manuel.
Relatos del caminante 