EL CAMINANTE: ES NAVIDAD.

Si una de mis reflexiones más celebradas reza: «El respeto es la parcela donde se siembran los frutos que producen el amor» no podría pretender aglutinar en el círculo de mis creencias a todas las personas que no piensan como yo. Asentado ese elemental principio, sí quiero en estos días en que una gran mayoría celebramos el aniversario del nacimiento de Jesús de Nazaret, desear a la humanidad entera una expresión de respeto sin límites.

A los que profesan la misma Fe que vuestro humilde servidor: FELIZ NAVIDAD. Eso sí, que no sea una fecha marcada en el almanaque, sino que ese Niño Dios nazca todos los días de nuestra existencia, en nuestros corazones. A los que no tienen esas mismas creencias, que la Vida les regale cada segundo de su vivir, la capacidad de sonreírle porque les es propicia. Repito, a los unos FELIZ NAVIDAD. A los demás, Paz y Bien

EL CAMINANTE: UN DÍA MUY ESPECIAL.

Digo, y digo bien, que hoy es un día muy especial, porque mi compañera, la mujer que comparte conmigo su vida, a la que amo con todo mi corazón, mi esposa, cumple treinta y siete años (37). Dicen los que de eso entienden que, desde el momento que ella, Lorena, entra en mi vida, comenzó una etapa de rejuvenecimiento. Debe ser cierto ya que cada día me siento mejor y con más ganas de seguir viviendo. Mis ochenta y seis, ponerle la estación que más os acomode, no me pesan en absoluto.

Ella, Lorena hace realidad el tan socorrido comentario gallego: Muller nova renova. No hace falta traducción, se entiende bien. Gracias, amada mía por insuflarme cada momento de nuestra existencia esos soplos de la insultante juventud que atesoras y me regalas. Una eternidad tendría que vivir para agradecerte como mereces, tan maravilloso obsequio. TE AMO CON TODO MI CORAZÓN.

EL CAMINANTE: UNA VISITA TAN ILUSIONANTE COMO INESPERADA

Todos los amaneceres son maravillosos en Os Cotiños. El de hoy nos ha obsequiado con un acontecimiento que ha superado todo lo pensable. Nada más abrir la ventana, allí estaba un nieto de Papo Rubio luciendo su innegable y resplandeciente belleza: El plumaje con el que la Madre Naturaleza le ha vestido. Hacía bastante tiempo que no gozábamos de su presencia, ni de ellos ni de los herederos de Pico Amarillo. Posiblemente haya sido la presencia de Setún, un gato que se apoderó de los alrededores de la casa evitando que otros animalitos se aproximen. No es momento de lamentos sino de auténtico placer para gozar de la presencia del nieto de unos de los seres que más momentos bellos me regaló cuando más lo necesitaba.

Confío que no sea ésta una visita esporádica, sino el inicio de una continuidad y de una amistad familiar que comenzó hace bastantes años y que sigue viva en mi corazón y deseoso de que sea muy duradera.

Antes de permitirle marchar le rogué que así sea. Que tenga la certeza de que en esta casa siempre será bien recibido, y que en la ventana habrá comida para saciar su apetito. Lindo vuelo, querido amigo.

EL CAMINANTE: ESQUELA A DANI, AMIGOS PARA SIEMPRE.

Dani, no pongas esa cara, que no se me ha olvidado tu onomástica. Si te llega algo tarde no es por desidia mía ni mucho menos por olvido. Sencillamente, querido amigo, mi esquela va cargada de tantos y tan bellos recuerdos, que no puede ir más deprisa. Esos recuerdos no son otros que los compartidos en los momentos en que nos divertíamos llevando la contraria a tu padre haciéndole medio enfadarse. Con el tiempo han adquirido un tamaño tan enormes en cantidad y calidad que es lo que motiva su retraso. ¿Te acuerdas algunos de ellos? Pues ahora te maravillaría comprobar lo que han crecido. Con decirte que el solo traerlos a la mente contemplo que aquella sonrisa que nunca dejabas que aflorara en plenitud, al comprobarlos en estos momentos, hasta sueltas una carcajada. Te aseguro que no es para menos. Nunca pensé, querido Dani que llegara a echarte tanto en falta, sobre todo estos días en que la vida se me empinó un poco y subirla me costó algo más de lo normal. No me hubiera venido mal ver tu sonrisa a media cuesta para darme ánimos. Te recuerdo y te recordaré siempre, porque para mí estás de viaje a un lugar maravilloso al que, no tardando mucho, iré a verte. No tengo prisas, porque tú, Dani y otras entrañables personas me acompañáis en todo mi caminar por la vida. Un abrazo de luces y brisas como los que tú me das cada momento a través de tu sonrisa. Hasta luego, AMIGOS PARA SIEMPRE.

A %d blogueros les gusta esto: