
Si una de mis reflexiones más celebradas reza: «El respeto es la parcela donde se siembran los frutos que producen el amor» no podría pretender aglutinar en el círculo de mis creencias a todas las personas que no piensan como yo. Asentado ese elemental principio, sí quiero en estos días en que una gran mayoría celebramos el aniversario del nacimiento de Jesús de Nazaret, desear a la humanidad entera una expresión de respeto sin límites.

A los que profesan la misma Fe que vuestro humilde servidor: FELIZ NAVIDAD. Eso sí, que no sea una fecha marcada en el almanaque, sino que ese Niño Dios nazca todos los días de nuestra existencia, en nuestros corazones. A los que no tienen esas mismas creencias, que la Vida les regale cada segundo de su vivir, la capacidad de sonreírle porque les es propicia. Repito, a los unos FELIZ NAVIDAD. A los demás, Paz y Bien