
Es hartamente frecuente escuchar que se debe estar aprendiendo hasta morir. No creo que alguien lo haya podido corroborar. Lo cierto es que hasta teniendo uno cierta edad, es muy satisfactorio aprender algo nuevo todos los días. Al REPOSO DEL CAMINANTE llegan prácticamente todos los días Peregrinos que realizan O CAMINHO DA GEIRA E DOS ARRIEIROS, BRAGA-SANTIAGO. Departir con ellos unos momentos es aleccionador. A la vez que relatan las vivencias de cada jornada, recorren entre veinticinco y treinta kilómetros diarios, entremezclan comentarios sobre sus aconteceres ajenos al Camino reflejando las diversas maneras con las que se enfrentan al devenir de cada día. Son ellos tan diversos, como distintos son sus países de procedencia. A pesar de la gran diferencia de entender la vida, todos coinciden en que el tesón, la lucha, el sacrificio, aglutinados en una buena dosis de ilusión, te proporcionan el inmenso placer de alcanzar todo lo que te propongas.