Amigo lector, cerca de dos cientos años te contemplan.
Antes de que el sol recueste su cabeza en las islas Cíes, la encantadora Josefina realiza su cotidiano paseo. Sus ciento cinco primaveras cierran sus compuertas de forma hermética para que el sol veraniego no agoste su sonreír y sus ganas de compartir unos momentos con quien se tope en el camino. Siempre muy bien acompañada regala sonrisas a todas las personas con las que se cruce. Su memoria está lúcida como sus palabras. Compartir con Josefina unos momentos es tanto como recibir un regalo impagable que disfrutamos todos los que gozamos del placer de su presencia. Entrañable amiga, pido al Dios en el que creo me conceda la dicha de compartir contigo instantes enriqueciéndome de tu acerbo ancestral.
En el inmenso jardín que nuestro Patrón Santiago nos regaló a los gallegos.
Después de participar en la Sagrada Eucaristía, no hay nada mejor que celebrar la fiesta de nuestro Santo Patrón, el Hijo del Trueno que nos visitó en vida y se enamoró de esta bendita tierra. Tal fue su amor por Galicia que terminó eligiéndola para permanecer en ella hasta el fin de los tiempos.
Claro que esta tierra de promisión no sería lo que es si no estuviera poblada de bellezas como esta
Lo cierto es que lo uno y lo otro se conjugan y ambos en armónica y polícroma paleta embriagan los sentidos a quienes se le brinda la fortuna de contemplarlos. Así es la tierra que el Apóstol Santiago, pariente de Jesús hizo suya y en ella decidió hacerse eterno.
En la celebración de la Eucaristía, leyendo la lectura del día. Libro del Génesis
Para dar cumplimiento al Congreso y Capítulo anual de la ORDEN DE CABALLEROS DEL CAMINO DE SANTIAGO, el dieciocho de Julio nos reunimos en la Ciudad del Apóstol unos dos cientos componentes de la misma. Este año cuarenta y tres novicios prestaron juramento para integrarse en la Orden. Fue un acto muy emotivo que nos llenó a todos de un sano orgullo.
Celebración de la Eucaristía en la Iglesia Parroquial de Melide.
Cuenta la Orden con Caballeros y Damas en cuarenta y cuatro países. No cesan de afiliarse personas que con sus actitudes luchan por un mundo mejor empezando por ellos mismos dar ejemplo.
En nuestras reuniones hay una situación muy extendida entre todos los miembros: la alegría.
Entre los mil setecientos miembros que conformamos la ORDEN DE CABALLEROS DEL CAMINO DE SANTIAGO, hay un ambiente de talante tan jovial y respetuoso que nos permite disfrutar de todos los momentos que compartimos. Y no solo los miembros, que también, sino nuestros familiares que participan en todos los actos que desean intervenir.
Que la vida es sumamente compleja en su conjunto, lo entienden hasta las mentes menos cultivadas. Esa es la razón por la que se debe contemplar en pequeñas parcelas. Pequeñas en alguno de sus aspectos e inmensamente grandes en su contenido. Uno se los momentos que yo vivo, breve en tiempo, largo y enriquecedor como pocos, por lo que entraña de sinceridad, es el que comparto con los Peregrinos que hacen el CAMINO DA GEIRA E DOS ARRIEIROS.
Llegan ellos exhaustos físicamente y pletóricos en su interior por las conversas sostenidas con su otro yo. El silencio, la carencia de compañía, pero muy acompañado de sí mismo, la escucha de la naturaleza que se le ofrece generosa alimentan su caminar. Todo ello me lo brindan a su arribo.
Hablar con los Peregrinos es leer un libro sin hojas. Basta contemplar su rostro para acrecentar mi acervo e incrementar mis ansias de aprendiz. Llegan cansados, sí, pero victoriosos y con el orgullo de haber conseguido su reto contra el esfuerzo.
En la canción andaluza se reflejan de manera extraordinaria los sentimientos en sus variadas manifestaciones. En una de ellas dice: «Algo se muere en el alma cuando un amigo se va… Y va dejando una huella que no se puede borrar». En efecto, el Doctor Don José Dobarro Casado se jubiló después de haber ejercido como Médico de Familia en Beariz dieciocho años durante los cuales hubo momentos muy complicados. Uno de ellos fue la última denominada Pandemia del COVID 19. Por su virulencia, en España perecieron muchas personas, sobre todo de edades ya avanzadas. Galicia, como todo el rural español, tiene una población de muy avanzada edad y Beariz es un ejemplo de esa situación. Gracias a que el Doctor Dobarro une a su basta formación como Médico de Familia, la de Epidemiólogo, nuestro Municipio se vio muy favorecido de esas capacidades. Y fue en Beariz donde se le rindió un merecido homenaje con un sencillo almuerzo popular en el que también participó su actual equipo y, cómo no Beatriz, la anterior celadora de tan buen recuerdo a su paso por nuestro pueblo como persona y como escritora. Como no podía ser menos, nuestro admirado y entrañable doctor estuvo acompañado de su encantadora esposa y una de sus bellísimas hijas.
Como a todas las personas, al muy querido y respetado Doctor Dobarro le llegó la hora de jubilarse y dedicar su vida a su gran afición, al margen de la medicina que no es otra que cuidar de sus abejas. Si apasionado fue y sigue siendo de la medicina, no lo es menos en el cuido de sus colmenas. Después de unas breves palabras que le dedicó nuestro alcalde Don Manuel Prado López, una vez más nuestro Doctor quiso dejar patente que su corazón sigue aquí en Beariz y que nadie dude en acudir a él si necesario fuere.
Muchísimas gracias Doctor por todo lo que nos dio y sigue dando. Por razones que usted y yo sabemos, para mí es mi querido «Papi», porque si aún puedo seguir aquí y escribiendo estas letras, se lo debo a usted.
Escultura tallada en madera de cedro, cuyo tronco se ve en la imagen, por el escultor JESÚS MÉNDEZ PADIN,
O SISTO, una aldea de la parroquia de Pardesoa, Ayuntamiento de Forcarei, ayer se vistió de gala. Dentro del pequeño núcleo urbano crecieron dos cedros cuyo tamaño comenzaba a crear problemas por el peligro de caer y arrastrar consigo alguna vivienda o derrumbarse sobre los vehículos que circulan por la carretera. Cortarlos para leña y ser quemados era la solución más fácil. Sin embargo, alguien pensó, algo no muy utilizado en la sociedad de hoy, y propuso: ¿Por qué no buscamos a alguna persona que los perpetue donde han nacido y vivido tantos años? No fue tarea fácil, pero cuando la voluntad de un pueblo, por pequeño que este sea, se une, ahí se produce el milagro. Y el milagro no fue otro que encontrar un mecenas que apoyara el proyecto y un artista que lo convirtiera en la feliz realidad. ¿Difícil? Muchísimo, pero ahí está la venturosa y bellísima obra. El generoso aportador del dinero necesario no fue otro que la ASOCIACIÓN DE VECINOS DE O SISTO y el genial artista que materializara la obra, el gran escultor Jesús Méndez Padín.
Siempre tiene que haber personas que con su capacidad de carisma y de lucha aglutine todos los esfuerzos. Y esas virtudes laten en los corazones de Marina y Suso, puestas al servicio de su pueblo.Ayer O Sisto multiplicó su población por muchos enteros. En todos los rostros brillaba la el placer de que su pueblo no muera. Y a fe que lo están consiguiendo, restaurando sus vieja casas y habitándolas en dignos y cómodos hogares con el añadido orgullo de hacerlo donde nacieron.