
O SISTO, una aldea de la parroquia de Pardesoa, Ayuntamiento de Forcarei, ayer se vistió de gala. Dentro del pequeño núcleo urbano crecieron dos cedros cuyo tamaño comenzaba a crear problemas por el peligro de caer y arrastrar consigo alguna vivienda o derrumbarse sobre los vehículos que circulan por la carretera. Cortarlos para leña y ser quemados era la solución más fácil. Sin embargo, alguien pensó, algo no muy utilizado en la sociedad de hoy, y propuso: ¿Por qué no buscamos a alguna persona que los perpetue donde han nacido y vivido tantos años? No fue tarea fácil, pero cuando la voluntad de un pueblo, por pequeño que este sea, se une, ahí se produce el milagro. Y el milagro no fue otro que encontrar un mecenas que apoyara el proyecto y un artista que lo convirtiera en la feliz realidad. ¿Difícil? Muchísimo, pero ahí está la venturosa y bellísima obra. El generoso aportador del dinero necesario no fue otro que la ASOCIACIÓN DE VECINOS DE O SISTO y el genial artista que materializara la obra, el gran escultor Jesús Méndez Padín.

