EL CAMINANTE EN O SISTO NO CAMIÑO DA GEIRA E DOS ARRIEIROS.

Escultura tallada en madera de cedro, cuyo tronco se ve en la imagen, por el escultor JESÚS MÉNDEZ PADIN,

O SISTO, una aldea de la parroquia de Pardesoa, Ayuntamiento de Forcarei, ayer se vistió de gala. Dentro del pequeño núcleo urbano crecieron dos cedros cuyo tamaño comenzaba a crear problemas por el peligro de caer y arrastrar consigo alguna vivienda o derrumbarse sobre los vehículos que circulan por la carretera. Cortarlos para leña y ser quemados era la solución más fácil. Sin embargo, alguien pensó, algo no muy utilizado en la sociedad de hoy, y propuso: ¿Por qué no buscamos a alguna persona que los perpetue donde han nacido y vivido tantos años? No fue tarea fácil, pero cuando la voluntad de un pueblo, por pequeño que este sea, se une, ahí se produce el milagro. Y el milagro no fue otro que encontrar un mecenas que apoyara el proyecto y un artista que lo convirtiera en la feliz realidad. ¿Difícil? Muchísimo, pero ahí está la venturosa y bellísima obra. El generoso aportador del dinero necesario no fue otro que la ASOCIACIÓN DE VECINOS DE O SISTO y el genial artista que materializara la obra, el gran escultor Jesús Méndez Padín.

Siempre tiene que haber personas que con su capacidad de carisma y de lucha aglutine todos los esfuerzos. Y esas virtudes laten en los corazones de Marina y Suso, puestas al servicio de su pueblo.
Ayer O Sisto multiplicó su población por muchos enteros. En todos los rostros brillaba la el placer de que su pueblo no muera. Y a fe que lo están consiguiendo, restaurando sus vieja casas y habitándolas en dignos y cómodos hogares con el añadido orgullo de hacerlo donde nacieron.

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