EL AMOR NO HACE DISTINGOS

Antes de dar comienzo al comentario de hoy, quiero desde lo más profundo de este corazón que, con algunos problemillas, sigue latiendo dentro de mi pecho, las más expresivas gracias a todos lo que leeis lo que escribo. Escribir no es meter un mensaje en una botella y echarla al río, a la mar o al océano, pero tiene mucho de parecido en la concepción del que lo hace. Cuando compruebo que desde tantos  países me llegan comentarios, una emoción indescriptible me embarga y me anima a compartir con vosotros mi soledad casi octogenaria. Gracias. Muchas gracias unnamed[6] todos.unnamed[3]

La sabihondez popular ha mantenido el criterio de que la Naturaleza es sabia y siempre hace lo que procede en cada momento. Honesta y muy humildemente pienso que no es así. Ya lo comprobaremos. Digo todo esto porque estamos justo en el día que reza el dicho popular gallego » Para a Candelora mitad do inverno fora. Que vente que deixe de ventar, mitad do inverno está por pasar.» (Para la Candelaria mitad del invierno fuera. Que haga viento o que deje de hacerlo, mitad del invierno falta por pasar) Pues bien estamos en la Candelaria y la mitad del invierno cronológicamente ha pasado y aquí no hemos tenido sino dos noches con un algo de helada y nada más. ¿Qué sucede? Que los árboles están echando yemas a toda velocidad, signo evidente que sus venas se están llenando de sangre revigoradora y, si medianamente se cumplen los acontecimientos normales, que ahora no se están cumpliendo, vendrán los hielos y romperán esas venas repletas de savia. Pero eso no sucede solamente en el mundo arbóreo y vegetal. Hace ya unos días que mis amigos Papo Rubio y Pico Amarillo, se han presentado con sendas parejas, demostración inequívoca de que van a comenzar a construir la casita para depositar sus huevos  y cumplir el magnífico proyecto de continuar la especie. Ello me hace pensar que, a lo mejor, no era solo enfado por mi infidelidad, sino que también estuvieron dedicados a otras labores mucho más reconfortantes que las de enfadarse conmigo. Lo cierto es que ambos están muy cantarines y Papo Rubio está mucho más juguetón que de costumbre. Pico Amarillo sigue entonando sus agradabilísimos trinos en lo más alto del castaño, mientras su pareja le escucha extasiada en una rama un poco más abajo. Y es que el amor es la fuerza más poderosa que hay en la vida. Por si tuviera, que no la tengo, alguna duda, solo tengo que ver a mis, ahora, cuatro amigos, como se dan el piquito y siguen alegrándome los amaneceres en este peculiar invierno que no termina por definirse.

Lo siento. A los que me seguís desde el principio me acusareis de informal. unnamed[2]unnamed[4]Teneis toda la razón del mundo. No hace mucho decía que «El tiempo nadie lo roba» Confío que siga siendo cierto y pronto se restablezca el orden.

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