Mis nietos En realidad, tengo serias dudas de cómo es mi comportamiento con mis nietos. Me lo pregunto varias veces al día. Sí, ignoro si mi actitud con los nietos es la correcta o, por el contrario, estoy muy alejado de lo que debiera ser. A pesar de estar convencido que mi labor no es educarlos, esa es labor de sus padres. Es cierto que de algo estoy convencido: que no debo mal educarlos, pero no estoy tanto convencido que no tengo que dedicar mi experiencia a que sus actitudes ante la vida, se ajusten a las normas que rigieron y, aún pueden regir, la mía. Puede parecer una obviedad, sin embargo no lo es,
mis únicas nietas haciendo el Camino de Santiago el hecho de que dedique a esa reflexión bastantes momentos de mi pensar. Cuando estoy en ello, me gustaría ser un abuelo de esos que se dedican a contar a sus nietos sus aventuras de tiempos pasados, reales unas e inventadas, otras, pero todas, según parece, todas divertidas. Soy, y lo demuestran los hechos, un narrador de historias y hasta hay, tengo constancia de ello quien las lee y se divierte haciéndolo. Cuando les cuento a mis nietos, mejor, si a mis nietos les pregunto si leen alguno de mis libros, agachan la cabeza y no me responden. Bueno no me responden de viva voz. Su silencio es un NO tan sonoro como rotundo. Y no les culpo ni molesta, pero pienso que si no me leen es porque no les interesan mis historias. Sin embargo, tengo la firme creencia que debo colaborar a que sean mejores personas y cuando ejerzan de tales, lo hagan con la frescura, el porte y la elegancia que lo hacen sus padres. Al decir sus padres, me refiero a todos, los que nacieron en casa y los que vinieron. Y ellos, los que nacieron en casa, lo aprendieron de una magnífica maestra que es su madre, quien, a pesar de haberse ido, solo físicamente, hace ya más de una década, sus enseñanzas siguen teniendo la vigencia y la frescura como si fueran impartidas ayer. En estos momentos hago propósito de enmienda para intentar ser mejor abuelo. Abro las ventanas de mi receptividad para todos los consejos que me ayuden a serlo. Gracias anticipadas. Tendré en cuenta todo lo que me llegue y contribuya a que mis nietos sean mejores personas. Como resumen debo decir que estoy SUMAMENTE ORGULLOSO DE MIS NIETOS. TENGO QUE HACERME DIGNO DE ELLOS.
Mi bienquerido Pepe… No hay recetas y yo no soy abuela. Sé lo que hoy puedas dudar, lo que hoy pueda pueda ser incluso chirriante… Mañana es un recuerdo esencial en mi/tu/su vida.
Tus nietos no necesitan leer tus libros, ellos deben leerte a ti, sentirte a ti, vivirte a tí. Ellos te tienen a ti.
Mi receta es la que tu ya sabes… Sé tu mismo, déjate fluír, déjate llevar por esas emociones, ese saber vivir la vida, sentirla, ese ser tan agradecido con cada segundo de tu existencia. Pepe, tus hijos te dicen que eres un suertudo. No tienes que hacer nada más: SER TU MISMO.
Gracias por aparecer en mi vida
Soco Rúa
Me gustaMe gusta
Muchas gracias, Soco admirable.
Me gustaMe gusta