Hay tres palabras bellísimas en la lengua Castellana que, por desgracia, en los últimos tiempos se usan muy poco: GRACIAS, POR FAVOR, PERDÓN.
Hoy no puedo por menos que utilizar la primera: GRACIAS. Sí queridos amigos, amigos porque trece mil treinta y ocho (13038) personas me habéis dedicado unos segundos de vuestro valiosísimo tiempo para felicitarme. Lo diré una vez más con el corazón en la mano, porque mis manos tienen a un amigo inseparable: GRACIAS.