" No hay nada tan importante como la importancia de no haber nada importante" by José Balboa Rodríguez, escritor ourensano.
PIEDRA Y MÚSICA, MARIDAJE PERFECTO
Las piedras de La Veracruz, abrieron sus poros para impregnarse del arte que la noche del pasado Domingo esparció por los espacios de la maravillosa obra arquitectónica de Palacios, Carlos Núñez y todos los que con él regalaron nuestros sentidos con su música. El creativo Arquitecto que dio sentido a la piedra que hoy conforma el magnífico templo y todos los que con él concibieron la sin par obra, entre los que se cuenta el nunca bien ponderado colega suyo, Daniel Vázquez Gulías, nacido en Beariz, estoy convencido que hoy pidieron al Ser Supremo les diera permiso para asistir al concierto que nos brindó Carlos Núñez. Sigo los conciertos de singular Músico, donde quiera que los realice. No me cabe la menor duda del buen gusto que tiene el incomparable artista, para escoger los lugares donde hacer sonar sus originales y rescatados instrumentos, despertándolos y volverlos a la vida, desde el sueño milenario en que se hallaban. El Pórtico de la Gloria de la Catedral Santiaguesa es uno de las fuentes donde más cántaras de agua llena, resucitando pétreos instrumentos que dormían el sueño de los olvidados hasta que Carlos Núñez y sus colaboradores, los despertaron. Ya sean sus pulmones, insuflando aire o sus dedos jugando a semejar vuelos de «volvoretas», ver y escuchar sus interpretaciones, es levitar sobre la tierra y volar con Querubes y Serafines por los espacios infinitos de lo Divino. Ya no sé si Carlos Núñez interpreta el arte de la música o él mismo se convierte en música.