Querido Dani: Estoy convencido que en estos momentos estás jugando conmigo. ¿Por qué? Sencillamente porque ya te había escrito una carta larguísima y llena de conceptos Teológicos y filosóficos y al tocar un botón indebidamente, se me borró todo. Estoy seguro que fuiste tú, en pago a que nunca acerté con el picante en las gambas al ajillo que nos tomábamos aquí en eta tu casa de los Cotiños. No tengo que decirte que el motivo de escribirte estas líneas, no es otro que, si estuvieras en este mundo terrenal, cumplirías 23 años. Somos tan egoístas, querido amigo, que nos creemos dueños de todo y cuando alguien se lleva algo, pensamos que nos lo roban. No nos damos cuenta que no posemos nada y nada nos pertenece. Eso les ocurre a tus padres, a toda tu familia que te quiere. A mí que te quiero, pero es por eso, porque somos unos inconscientes. Y encima sufrimos. Lo que sí te pido querido amigo, es que seas nuestro valedor y nos ayudes a ser mejores personas y que al fin podamos estar contigo. siendo dignos de gozar la Eterna Luz. Esto de aquí abajo, acaba pronto, por eso que tú gozas es tan maravilloso, porque dura siempre. Cuando le digo a los que no tienen mucha idea de lo que significa la eternidad, se asustan. Le cuento lo que dice San Ignacio de Loyola en uno de sus libros. Escribe él:»Figúrate una bola de bronce del tamaño de la tierra. Una hormiguita caminando sin cesar sobre ella. La llegará a desgastar y la eternidad sigue» Eso sí merece la pena. Esto de aquí abajo, se pasa en un «pisplás». Gracias, querido Dani por el ejemplo de luchador que nos dejaste y por los buenos ejemplos que nos mostraste con tu comportamiento. No te olvides de mi ruego:Ayúdame a ser mejor persona y así pueda compartir contigo toda esa eterna felicidad gozando de la Luz. De buena te has librado que se me borrara la que te había esrito. Tenías para rato.
Pepe,te agradezco sinceramente tus palabras dedicadas a Dani.
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