Una de las cosas que más he admirado siempre en las personas, es el reconocimiento de sus limitaciones y respetarlas. Hoy me toca a mí tener ese reconocimiento. Y dando cumplimiento a ello, me retiro unos días a un lugar de reposo, para disfrutarlo. Se me puede decir y tendría que aceptarlo en todo su contenido, que si ¿No me basta como lugar de reposo y retiro mi refugio de los Cotiños? Le contestaría, sin dudarlo ni un segundo, negativamente. La mente necesita, no solo el silencio, el bosque, las comodidades de una casa y todo lo bueno de que gozo en mi refugio. Es necesario que el espíritu que tiene además de la captación de imágenes y sonidos, la percepción de los sentimientos. De las sensaciones que solo se perciben de forma totalmente involuntaria y que residen, sus sensores, en los lugares más recónditos del sentir humano. Fuera de todo control. Tendreis noticias mías y seré sincero cuando dé cuenta de ellas y daré debida reseña de todo lo que emane de mi humilde reflexionar.