Tengo por norma no rendirme ante nada ni ante nadie que me quiera imponer su criterio por la ley de la estupidez y de la maldad. Una alimaña mal nacida, ninguna alimaña debe nacer bien, me privó de Filomena, Cirila y Nicasia, mis tres encantadoras gallinas. Las eché mucho de menos, tanto que decidí hacerme con tres, si no iguales, lo más parecidas posibles. Me costó un poco, pero lo conseguí. Aquí están: Se parecen como tres gotas de agua. Además, desde el primer momento las hemos acostumbrado a nuestra manera de ser y ellas lo han aceptado con mil amores, sobre todo cuando son requeridas para picotear las galletas que cada tarde se les ofrece. Son tan jóvenes como lo eran sus antecesoras y también han comenzado a responder muy generosamente a nuestras dádivas. He aquí la primera muestra:
Cirila ll, ayer nos obsequió, a pesar de su juventud, con el primer huevo. Huelga decir la alegría que nos produjo el fruto de nuestro cariño y del alimento que les ofrecemos con generosidad ilimitada. Se lo merecen. Ahora estamos a la espera que Filomena ll y Nicasia ll se sientan motivadas y actúen en consecuencia. Estamos seguros Lorena y yo, que así será y no tardando mucho.