
Ayer, mi esposa y yo fuimos invitados a un acto cultural de contenido cinematográfico. Por las personas que nos remitían la invitación, estábamos seguros que la calidad humana de lo que íbamos a presenciar estaba más que asegurada. No solo fue así, sino que traspasó todo lo previsible. El director de cine, actor y todo lo que se quiera agregar, Rubén Riós, presentaba su último documental: OUTROS CAMIÑOS, en el auditorio Municipal de Lalín. El genial realizador en breves y sentidas palabras, nos hizo una sinopsis de lo que íbamos a contemplar. No puedo, por razones obvias, hacer un spoiler de su contenido. Solo os diré que todo lo visto entraña una lección magistral que nos dan unas personas que no son mejores ni peores que nosotros, sino que nos demuestran que todos somos sencillamente diferentes. Me permito la libertad de regalaros un solo consejo: Donde quiera que veáis este cartel publicitario no dejéis de disfrutar del contenido de su oferta. Dejará en vuestros corazones una huella imborrable Me lo agradeceréis toda la vida.