Este año es mi vigésimo quinto aniversario. Yo, O QUINCE, cumplo un cuarto de siglo, sirviendo a todos. A los que me leen y a los que espero que terminen leyéndome, para satisfacción mía y descubrimiento placentero para ellos. Un cuarto de siglo. Se dice pronto, pero es un camino que hay que recorrer y hacerlo con ilusión, como yo lo he realizado y quiero seguir haciéndolo, es algo que se debe valorar. Tal vez por esa experiencia me permito la libertad de pronunciarme en algunos aspectos que desde una juventud más bisoña, sería osado hacer.