Eso es lo que diría alguien que cifrara su exuistencia, en los ojos de la cara. Afortunadamente la mujer y el hombre, son pseedores de un mirar que perdura, en la mirada del recuerdo, esa «Nuve,» como diría un experto en las técnicas modernas, donde se guardan los fotogramas y textos de momentos compartidos, que llenaron nuestras retinas y nuestros corazones. Quiero en estas breves líneas, anticiparos la próxima llegada de instantes vividos y que afianzan, aún más, mis pensamientos en lo que creo y respeto. ¡¡¡Qué bello es vivir!!! Siempre estuve enamorado de la vida, y cada día lo estoy más.Las vivencias de todo tipo que relataré en los días sucesivos, intentarán, torpemente, reflejar esos porqués.Os quiero, a los de siempre y a los que habeis llegado ahora a este viejo, arrugado y sobre todo, hambriento corazón.