
En el día de hoy nos honró con su presencia otro Peregrino ejemplar procedente de los pagos de Vila do Conde, Portugal, Fernando Silva. Ignoro si antes de cruzar la frontera, hacen cursillos de elegancia en el decir, mesura en sus actitudes, prudencia en su trato o son así de propio natural. Lo cierto es, y de ello doy fe, que todos los Peregrinos que nos llegan por O Caminho da Geira e dos Arrieiros son un modelo de civismo y otras virtudes que públicamente reconocemos todos los que tenemos la fortuna de compartir con ellos momentos inolvidables. En justa correspondencia nuestro Alcalde, Manolo Prado se desplazó al lugar de reposo del Peregrino con el sello correspondiente para sellar su credencia. Hecho que agradeció Fernando, con muestras encomiables de gratitud. Honor a quien honra merece.
Fernando Silva es una de esas personas que en cuanto te encuentras frente a él, te ha ganado para su causa: jovial, cercano, familiar como si le conocieras de toda la vida. Como el lugar donde repondría fuerzas y pernoctaría en la noche de hoy, no era el habitual. Lorena y yo fuimos a esperarle en el Camino en pleno monte. No hubo protocolos en nuestro encuentro, hasta la brisa, hasta ese momento suave, agilizó un tanto su fuerza para que la floresta aplaudiera la bella estampa que representábamos.
Caminamos un pequeño tramo juntos, mientras Fernando nos hacía un relato de los días que llevaba haciendo el Camino. Se hacía lenguas de todo lo encontrado y repitiendo las bondades de todo lo visto. Había realizado etapas de hasta más de treinta kilómetros y se encontraba dispuesto a cubrir mayores distancias. Lo único que se lo impide es su avidez por recrearse en la belleza que le regala la naturaleza y con la que se recrea hasta la saciedad.
La generosidad del Peregrino está en consonancia con sus valores humanos que le sitúan en la ruta que le conduzca a la Tumba del Hijo del Trueno, para premiarle con un abrazo de amor. Por si nuestra memoria flaqueara, nos deja el bello recuerdo que con orgullo honra estas últimas palabras. BOM CAMINHO FERNANDO. Santiago te espera.