Sí, querido Dani: Solo unas letras para contarte alguna cosilla de por aquí y para demostrarte, como te digo siempre, que tú no te has ido, estás dando una vuelta por algún paraje al que nosotros no podemos acceder en estos momentos. No te olvidamos y eso demuestra que sigues aquí, hablamos un sin fin de veces de lo que hacías y de lo que enfadábamos a tu padre. Por cierto, ya viste cómo se lució en las elecciones pasadas, ganamos por goleada. Mira que está flaco, pues no cabía dentro de la ropa de lo inflado que estaba y aún sigue. Por eso yo le hago bajar a la tierra, como cuando tú y yo lo hacíamos. Por cierto, con esto del Coronavirus, le tengo castigado y no le dejo sentarse en tu sitio. Se cabrea, pero le voy a tener castigado un poco más. El jamón grandote que tenías siempre a tus espaldas, lo hemos quitado, pero en honor a tí, hemos puesto un lacón, pequeño, pero no deja de ser un lacón de Porco Celta. Todos los días veo a tus abuelos, están muy bien, el abuelo Alfredo, recorriendo los caminos con su perro y la abuela Asunción colaborando en la Iglesia para que la gente no se contagie. Ah, tengo que darte una noticia muy importante para mí: Tengo novia. Sí, sonríe, pero sigue leyendo para que te rías más fuerte, se llama Lorena y tiene treinta y cuatro años. ¡¡¡A que te gusta la noticia!!! Es muy buena persona y somos muy felices. Dios quiera que dure mucho, hasta que yo vaya contigo. Por cierto, tú que eres un gran rapaz y desde ahí puedes hacerlo, ayúdanos. Por hoy te dejo querido Dani. Dejo de escribirte porque dejarte, NUNCA. Te llevo siempre en mi corazón. Un fuerte abrazo.