He tenido que renovar toda mi ropa. Lo había hecho en los últimos meses, porque después de perder 18 kilogramos, toda me venía demasiado grande y ahora, después del éxito de UNO DE TANTOS, no quepo dentro de la que me he comprado. Sería una grosería que así pensara. De verdad, no quiero ser grosero. No lo soy. Lo que sí soy es agradecido a todas las buenas gentes que han tenido la amabilidad de recibir en sus manos y la voluntad de leer mi libro. Digo, mi libro porque realmente fui yo quien puso las letras sobre el papel, pero es, como decís muchas y muchos de vosotras y vosotros, el libro de cualquiera que lo tiene delante de sí. No tiene un espacio estanco, En él puede estar metido cualquier persona. Además, eso lo reconoceis la mayoría de los que me escribís u os manifestais. La verdad es que no tengo palabras para agradeceros la acogida que le hicisteis. GRACIAS. Muchas gracias. Tengo que dejarlo, que me pongo tonto. Mañana, Dios mediante, os daré otra noticia. Pero eso será mañana. Hoy me quedo ahí. En Gracias a todos.
Esta es mi Musa. Hay un verso suelto, ocurre hasta en los mejores poemas. Pero el Espíritu de la creadora de esa estirpe, vuela sobre todos nosotros y no hay brisa, ni tornado que nos destruya.
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Relatos del caminante 